miércoles, 25 de junio de 2014

Mercadotecnia en tiempos de crisis o recesión: ¿aumentar o reducir la inversión?

¿Estamos en recesión?
 La economía mexicana “todavía se encuentra en recesión”, afirmó la firma financiera estadunidense Bank of America Merrill Lynch, en una apreciación basada en la evolución de un índice propio que mide la probabilidad de que durante un trimestre se mantengan condiciones de recesión o crisis.
Mientras, UBS, institución con sede en Zurich que reúne a los bancos suizos, comentó esta semana que “en México todavía no hay signos de recuperación del producto interno bruto, mientras que los mayores impuestos que entraron en vigor este año socavan la confianza de los empresarios y consumidores”.




Actuar a corto plazo puede suponer una pérdida de oportunidades futuras
La visión en las empresas evolucionó de un enfoque hacia la producción, a mediados del siglo XX, a centrarse en la distribución y comunicación a finales de siglo. Ahora, el ´driver´ absoluto de las organizaciones debería ser dar al consumidor lo que quiere, ofreciéndole un valor superior al del resto de otros productos o servicios sustitutivos del suyo.

Desde muchos aspectos, ahorrar en márketing puede suponer no ofrecer al consumidor lo que éste demanda de la empresa, y puede ser sinónimo de perder oportunidades de negocio o potencial para ganar dinero.

El márketing nace en las organizaciones desde la proactividad de adaptarse y comprender el mercado, y su obligación es luchar contra la política, tan de moda en la actualidad, de “más vale pájaro en mano que ciento volando”. Muchas veces,
este punto de vista está alejado de las competencias del ´controller´ o del director financiero, que priorizan los recortes “seguros” a corto plazo frente a la inversión “probable” a largo término.

Cuando una crisis económica azota al mundo, las empresas buscan disminuir sus gastos, recortando, en primera instancia, suspresupuestos de marketing. ¿Es esta una buena estrategia? 
Durante la recesión mundial, iniciada en 2007 con la denominada crisis subprime, y más tarde extendida hacia otros ámbitos, se dio un fenómeno que molestó a los expertos en marketing y publicidad. Y es que, frente a la obligación de recortar los gastos, las empresas optaban en la mayoría de los casos pordisminuir la inversión en anuncios para sus marcas.

El error costó muy caro, porque frente a esa opción, hubo empresas que optaron por incrementar los recursos destinados a la publicidad ya que entendieron que era la oportunidad de meter su marca en la mente de los consumidores, cuando nadie lo hacía. Según publica Alto Nivel, este pensamiento es comprendido y practicado por empresarios como Warren Buffet y Carlos Slim, quienes han aprovechado estos momentos para invertir, pese a que nadie más lo hace. Incluso, numerosos estudios al respecto apuntan que ésta es una de las razones por las que logran acrecentar sus fortunas.


Adquirida dicha experiencia y, ante la posibilidad de producirse una nueva crisis de similares características, cabe la pregunta: ¿qué papel jugará el marketing en la protección de las finanzas empresariales esta vez? Una estrategia, la pesimista, será pensar que todas las empresas del sector tienen los mismos problemas y que ya pasarán y nos afectan a todos por igual. Sin embargo, esto no es verdad: la crisis afecta y afectará más a unas empresas que a otras; quizás sobre todo a las empresas que piensen así.

La mejor estrategia, por tanto será la optimista, con la que se piensa que hay unas puertas que se cierran, pero de seguro que hay otras que se abrirán y, por tanto, se deben tomar decisiones adecuadas a los cambios que son necesarios en estetiempo de crisis. Para Inpsicon, Investigación en Psicología del Consumidor, el peor error que se puede cometer es recortar la inversión y el posicionamiento estratégico de las marcas. Siempre se debe permanecer en contacto con el consumidor. Se trata de mantener la personalidad de la marca en estos tiempos de crisis y abrir la inversión a nuevos mercados como el de la publicidad online que está en pleno auge, al igual que a las acciones en el punto de venta.
Está comprobado que los consumidores replantean sus hábitos de compra y consumo en tiempos de escasez. Se ha estudiado que una de las acciones más habituales es la que se da por el denominado “efecto de sustitución”, que explica cómo el consumidor tiende a sustituir el consumo de un bien por otro, como transportarse en bicicleta o moto, y dejar de usar el automóvil o consumir granos y reducir el consumo de carnes. Por tanto, hay que ser cuidadosos con las estrategias y fijar nortes claros para no alejarse , incluso acercarse todavía más, a los clientes.

Además de mantener o incrementar tu inversión en publicidad, una buena opción es gestionar nuestra cartera de clientes. Todas las empresas cuentan con varios tipos de clientes: nuevos (trabajamos con ellos por vez primera este año), repetidores (varios años), desertores (han trabajado con ellos un tiempo, pero hace al menos un año que ya no lo hacen) y recuperados.
¿En qué clientes poner sus esfuerzos? En los clientes repetidores, que son sus clientes fieles. Lo primero que debe hacer es identificarlos, valorar la oferta de productos y servicios que han estado trabajando durante los últimos años y fomentar los contactos con ellos a través de distintos medios. Además, los expertos recomiendan averiguar aquellas necesidades no satisfechas y tratar de presentarles productos y servicios que las cubran.
Otra recomendación tiene que ver con los precios. 


Y es que no es recomendable bajar precios de los productos o servicios, ya que el cliente se acostumbra y terminará dando una imagen de inestabilidad. Los clientes, por tanto, serán los activos más importantes, los que le ayudarán a minimizar el impacto de la crisis y consolidar las relaciones futuras.

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